Beneficios y Técnicas


Masaje relajante: su propósito es aliviar las consecuencias psicofísicas (las físicas y las emocionales) que genera el estrés. Se aplica mediante movimientos suaves y armónicos, evitando los cambios bruscos de ritmo y la perdida de contacto.

Este tipo de masaje fija su atención en descargar la tensión acumulada, se aplica de manera lenta y con una presión firme y progresiva, siendo su efecto la relajación y la disminución del tono muscular, a través de un contacto no agresivo por parte de la persona que lo aplica.

Lo más importante a la hora de realizar este tipo de masajes es actuar sobre los puntos de tensión del receptor, realizando las maniobras en las áreas de tensión (a veces llamados «nudos»), que principalmente se ubican en la espalda, músculo trapecio, erectores de la columna y musculatura masticadora.


Masaje de drenaje linfático: apunta a estimular el flujo de la linfa y el sistema circulatorio, mediante técnicas precisas y delicadas., favoreciendo la eliminación de toxinas. No se sabe con certeza si el drenaje linfático manual tiene repercusión directa sobre el sistema inmunológico, pero sí existe constancia de cómo personas con inmunodeficiencia van mejorando su sistema defensivo, tras sesiones periódicas de drenaje linfático manual.

Se aplica mediante una serie muy protocolizada de maniobras manuales, muy suaves y superficiales, basadas en un profundo estudio de la anatofisiología del sistema linfático, con el fin de drenar o desplazar la linfa que por cualquier causa patológica se encuentra estancada (edema) a territorios linfáticos sanos para su evacuación normal hacia el torrente venoso.


Masaje craneal: Con este tipo de masaje, se activa la zona cervical y craneal. Como están conectados con el sistema nervioso central provoca la sensación placentera de recorrer más allá de la zona antes mencionada. Es uno de los masajes más placenteros y relajantes. Está especialmente indicado para quienes sufren frecuentes dolores de cabeza o migrañas.

El masaje craneal, entre otras muchas ventajas, alivia la tensión de las cervicales, el cráneo, los hombros y los músculos del cuello y rostro. Con delicadas y agradables digitopresiones, se reequilibra el ritmo y las funciones sacro-craneales y se reestablece la correcta postura de la columna dorsal y el cuello.


Masaje reductor: el masaje ayuda en los procesos de adelgazamiento. Consiste en técnicas ―la presoterapia, el masaje de drenaje linfático manual, etc.― que movilizan y ablandan el tejido graso subcutáneo. Se suele acompañar de otras técnicas para potenciar la perdida de peso.


Masaje descontracturante: son las manipulaciones realizadas sobre uno o varios grupos musculares contracturados. 


Masaje deportivo: se lleva a cabo casi exclusivamente sobre los grupos musculares comprometidos en cada deporte o disciplina deportiva, para optimizar su tono, flexibilidad y rendimiento.


Masaje estimulante: Permite desplazar la energía por todo el cuerpo, eliminando bloqueos y estancamientos. Tienen efectos sobre los aspectos físico, mental y emocional, previniendo síntomas y dolencias, estimulando el sistema inmunológico y mejorando el estado general del organismo. Un buen masaje estimulante incluye estiramientos y desbloqueo de articulaciones y debe ser realizado por un profesional.


Masaje anticelulitico: este masaje se realiza con unos pasos que hay que seguir al pie de la letra para que sus efectos sean lo más eficaces posibles, utilizando la crema adecuada, y un buen masaje para que los poros se abran y absorban la crema utilizada. Este masaje puede ser un poco doloroso pero muy eficaz.  Se recomienda hacer 6 sesiones, 2 la primera semana y los otros una vez por semana.


Reflexología manual y podal: La reflexología es la técnica manual que se aplica con los dedos de las manos del terapeuta sobre los pies del paciente: plantas, zonas laterales y parte superior, las manos: palma y dorso, y en las extremidades inferiores: pie, tobillo, pierna, rodilla, muslo y cadera, y superiores: mano, muñeca, antebrazo, codo, brazo y hombro.

Se practica realizando presiones, palpaciones o fricciones a determinados puntos precisos del píe con el objetivo de actuar de forma refleja sobre los órganos, articulaciones, glándulas y sistemas del cuerpo humano.

Esta disciplina ayuda a estimular las funciones del organismo y contribuye a prevenir dolencias y restablecer la salud, aumentando la capacidad de regeneración y de autocuración del propio cuerpo. La reflexología de la mano es la práctica de trabajar las zonas reflexógenas de la mano para influir en el resto del cuerpo, aplicando técnicas de presión sobre la mano (al igual que hacemos en la reflexología podal), para interrumpir las tensiones, actuando a través de la comunicación con el cuerpo en su propio lenguaje.

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